martes, 10 de noviembre de 2009

CRÓNICA DE MI VIAJE A MADRID (3 AL 8 DE NOVIEMBRE DE 2009)


Álvaro Fernández

Hay momentos en la vida en la que se acumulan diversidad de sentimientos. Este viaje ha sido, para mí, una visita atemporal con el pasado. Tremendamente emotivo por reencuentros lejanos plagados de canas y sonrisas cómplices; cansadas, pero con ánimos firmes; razonamientos y visiones positivas, por críticas, de lo que fuimos hace treinta y pico de años. Un viaje que ensancha el corazón de quienes no renegamos del compromiso político que asumimos en su momento y que ha conformado como un raudal de esperanza, en ese enlace reflexivo entre pasado y presente, nuestra conciencia antifascista, radicalmente democrática.

Y nos hemos visto con la primera generación y hasta con la última de aquella aventura ideológica y política llamada PCE (ml) y FRAP, hasta su disolución en el 91 (el FRAP disuelto ya en el 78). Para algunos de nosotros fecha muy lejana, en la que ya hacía más de 15 años que habíamos abandonado un barco que no nos convencía, y en el que habíamos dejado buena parte de nuestra juventud, y otros hasta la vida.

Ángel, Iñaki, Lorenzo, José, Ricardo, Matilde, Carmen, Pablo, Manolo, Juan, Matías…. una lista interminable. A pesar de una cierta regularidad en mis visitas a Madrid, parecía un lugar nuevo, como cuando retorné en el 77 del exilio y un año más de militancia de base, hasta el 78, cuando me fui por propia voluntad del proyecto político y de la ciudad.

Es cierto que esta visita tenía algo muy especial, la presentación en Madrid del Documental del Director Adolfo Dufour: “Septiembre de 1975”, quien a través de la figura de Xosé Humberto Baena, desgrana el horror de los asesinatos de “los cinco del 27 de Septiembre del 75”, como acto final de esa tragedia que fueron los 40 años de dictadura fascista. Franco acabó su ciclo vital como había iniciado su ascenso al poder, matando.

Yo, que no soy crítico de cine, tengo que decir que el documental me ha gustado, me ha llenado y emocionado. Desde Flor Baena, Viki Sánchez-Bravo, Pablo, Vladi, Manolo y otras compañeras y compañeros (perdonad, que no recuerde algunos nombres reales), que relatan los terribles momentos de las torturas, la iniquidad de los juicios, las humillaciones y sufrimientos de las familias… que se trasmite con serenidad, contundencia y el sentimiento de firmeza de seguir luchando por la Verdad, la Justicia y la Reparación ante los crímenes fascistas.

Aquí, en Barcelona, el próximo 26 de enero tendremos la oportunidad de visionar este excelente documental de un momento histórico, como fue aquel 27 de septiembre de 1975, en que los compañeros del PCE (ml), del FRAP y de ETA, cayeron segados por las balas fascistas.

El segundo acto de este viaje, fue la presentación del libro “La Guerra de España y la Resistencia Española (Entrevista a Julio Álvarez del Vayo, 1974)”, de Miguel Herberg, prologado por Riccardo Gualino (entrañable y muy querido ex camarada, de Ginebra y otros lugares de militancia de entonces). Publicación que nos sitúa en un momento crucial del desarrollo político del estado español, por cuanto los mimbres que alumbraría la funesta transición, se estaban terminando de entrelazar. Julio Álvarez del Vayo, figura importante y relevante del Gobierno de la República antes y durante el golpe militar fascista y la guerra civil, representante en la Sociedad de Naciones, que denunció y luchó contra la llamada política de “No Intervención”, que posibilitó la intervención masiva de los regímenes nacional socialista alemán y el fascismo italiano. Esta intervención, decisiva para el triunfo el fascismo, no pudo ser contrarrestada por la ayuda soviética, mexicana u otra, por la parcialidad favorable de los gobiernos europeos, fundamentalmente el británico. Frente a ellos los trabajadores europeos y de otros continentes, se incorporaron a las heroicas Brigadas Internacionales.

Álvarez del Vayo, impulsó, junto a Negrín, la alianza con las fuerzas antifascistas dispuestas a la resistencia a ultranza para poder enlazar con la IIª Guerra Mundial, cuyo primer acto había sido la guerra de España, vieron truncadas sus esperanzas ante el golpe militar de Casado y la formación de la Junta de Madrid, que reprimió ferozmente a los combatientes antifascistas, dispuestas a la resistencia, rindiéndose a Franco. Casado salvó su miserable vida por la de miles y miles de hombres y mujeres asesinados, posteriormente, por los fascistas.

Expulsado del PSOE, junto con Negrín, Julio Álvarez del Vayo nunca abandonó la lucha antifascista, llegando a crear una pequeña organización el Frente Español de Liberación Español, al hilo de la independencia de Argelia. Siglas que posteriormente se integraron en el FRAP.

Presidente del FRAP, Álvarez del Vayo, hasta su último aliento en 1975, fue un resistente antifascista, contrario a la llamada “Reconciliación Nacional”, el llamado “aperturismo” del régimen (la “dictablanda” como la llamaban los entreguistas de la “transición”), combatió la monarquía fascista instaurada por Franco, como parte de esa maniobra, pilotada por el imperialismo norteamericano y la socialdemocracia alemana, principalmente. Fue hasta el último momento consecuente con su pensamiento socialista de izquierdas y combatiente de la causa antifascista.

Hoy, que el PSOE ha “reintegrado” en sus filas a Negrín, Álvarez del Vayo y otros históricos socialistas, decimos, parodiando lo dicho por la nieta de Negrín: No sabemos si Álvarez del Vayo hubiera recogido un carnet, 70 años después del triunfo fascista, de las traiciones de unos, la cobardía y entreguismos de otros, de las manos de un PSOE desprovisto de sus esencias ideológicas y políticas más elementales.


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